lunes, 28 de junio de 2010

por un consejo....

Hace unos días una jovencita se me acercó y me pregunto cuál era mi pensamiento al ella estar saliendo con un joven que está en edad misional; la observe detenidamente me puse a meditar pensando si aquella joven verdaderamente tenía una conversión, o si solo un testimonio. Sin ponerle tantas flores a mis palabras le dije ¿cuál es el fin de tu relación? Me dijo sellarme en el templo, le di a entender que lo que ella sentía por aquel joven era tan solo un vago sentimiento y si el realmente la quería tenía que salir a una misión, por que cuando una persona ama a otra tiene deseos de acercarse más a su padre celestial, entonces viene la decisión de servirle en una misión. Le di a entender de que tal vez ella esté siendo una oposición en la obra de aquel muchacho, pero ella se podría convertir en una buena influencia. Una buena joven, con testimonio, convertida al señor pienso que jamás se fijaría en un jovencito que está en edad de salir a una misión, muchas veces la desesperación puede más que la razón, puedo citar mil escrituras palabras de los profetas actuales y de líderes, pero pienso que es lógico saber aquello. Después de unos días, estoy por la calle yéndome en dirección a mi centro de estudio y siento una piedra rosándome por la oreja, la lanzaron desde un auto, me di la vuelta lo más rápido que pude y me di cuenta que era el muchacho que salía con aquella joven, al darse cuenta que lo vi, se desespero aun más bajo con otros cuatro jóvenes, empezaron a perseguirme al ver yo aquello empecé ha correr hasta llegar a…………………………….