martes, 21 de febrero de 2012

El Segundo


Como olvidarme de mi segundo Gran compañero mi estimado y querido Elder Reyes, mi hermano estés donde estés saludos desde Lima la capital de nuestro Hermoso País, espero no te incomodes al contar nuestras aventuritas como misioneros y nuestras sombras en Casa Grande teniendo siempre presente a nuestra pensionista Julia.
Este homenaje es tuyo…
Una sonrisa presente
El ánimo arriba
Las manos limpias
El corazón contrito
El hombre de un buen espíritu

La despedida con Elder Tacker fue muy doloroso y triste es que cuando son unos buenos compañeros es difícil decir un hasta nunca, aprendí muchas cosas de él, si de él, mi querido compañero.
Estando en la estaca donde casi siempre suceden los cambios en el centro de Trujillo la ciudad Primaveral aunque a veces el frio es tan fuerte que deseas salir con fresada encima, un abrazo nos separó y unas lágrimas jamás derramadas a simple vista se dijeron a dios; entonces ahora tendría que buscar a mi nuevo compañero, solo sabía que era Elder Reyes no tenía referencias  nada por el estilo solo que era latino y que hablaba español, mientras estrecho algunos saludos y apretones de manos y como siempre algunas palmoteadas en la espalda siento que alguien se para en mi delante y con unos gritos escandalosos escucho: ¡Elder D´angelo! ¡yo soy su nuevo compañero! Y me lanzo un abrasote de esos que así domas son raros sentir y si viene de un hombre mucho más aún.
Luz en tus ojos
Una sonrisa por regalar
La sinceridad de verdad
Mi amigo hasta la eternidad,
Un saludo me diste
La alegría que busque
El tiempo mejora
Y el herranque el por que
Los caminos aliviaste
Las tinieblas en luz de sol cristal
Nuestros pies en los montes donde suelen parar

Me quede sorprendido nunca antes nadie me había saludado de aquella manera mucho menos lo hizo mi primer compañero, sentí algo muy especial aquella tarde sentí que siempre para la tristeza existe la alegría, que siempre hay una luz escondida detrás de cada sombra solo tenemos el trabajo de descubrirla, aquella tarde ese Elder me enseño muchas cosas, que una sonrisa destruye un alma acongojada que a pesar de todos los problemas que tengamos siempre debemos de sonreír y expresar nuestro amor por nuestros semejantes y especialmente con las personas que viven con nosotros, él tenía mucha felicidad.
Sonreír y lo salude ambos nos abrasamos fuertemente, hablamos mucho y hasta que teníamos que retirarnos fue chistoso cuando me dijo o mejor dicho me dio la orden ya que fue de una manera sarcástica: ¡Elder cargue mis maletas! A lo cual respondí: SI MI COMPAÑERO, subimos al carro directo a CASA GRANDE, en el transcurso del viaje conversamos en cuanto a nosotros ambos veníamos de Lima su estaca estaba a una 5 cuadras de mi casa y teníamos algunos amigos en común de Lima, hablamos en cuanto a los conversos y las personas que tenían una fecha bautismal en que podríamos ayudarlos y que desafíos están teniendo, también conversábamos con otros misioneros que viajaban con nosotros, mi compañero tenía una manera de dirigir me di cuenta en el carro que el quería decidir todo y claro lo podía hacer porque es el compañero mayor, justo conmigo subió ya se imaginan como habrá sido; ahora entiendo muchas cosas que es lo que el señor verdaderamente quería que yo aprenda y como aquello influenciaría en mi vida en los años siguientes y como retornado y líder, entiendo el porqué de todas las cosas, pero sigamos con la historia.
Llegamos al cuarto el dejo sus maletas y prefirió poder enseñar y luego arreglar sus cosas me dijo que sería bueno o mejor dicho me dijo que lo lleve a conocer a los miembros de la rama y algunos investigadores que ya tenían una fecha; había un zapatero que siempre nos saludaba él trabajaba en la calle y cualquier persona que pasara por aquel sitio no se salvaba de un saludo de aquel buen hombre, también conoció a mi compañero, luego lo lleve donde la hermana que se encargaba de nuestra ropa una excelente hermana muy buena ella, es que olvidarse de la gente de Casa Grande es imposible, y así nos pasamos los primeros días haciendo que mi compañero conociera a los miembros de la pequeñita pero animosa Rama.
Aprendí mucho de su manera que el tenia de enseñar, me gustaba siempre dar mi testimonio, orar por las noches y pedirle a nuestro Padre que nos ayudara para poder encontrar a las personas escogidas, recuerdo muchas veces arrodillarnos y humillarnos ante él, tuvimos dos bautismos.
La hermana Tacanga, toda su familia es miembro de la iglesia podríamos decir pioneros en aquel lugar, ellos vivían en Roma a unos quince minutos de Casa Grande en carro, su sobrino era nuestro líder misional un excelente hombre, nos acompañaba casi todos los días unas cinco a más horas, él se preparaba para salir a una misión tuvimos mucho éxito él siempre nos presentaba a sus amigos y personas que eran investigadores antiguos, nunca tuvo vergüenza en compartir el evangelio con sus vecinos, un saludo amigazo estés donde estés, “me han contado que ya regresaste de la misión y que te casaste ahora estas como consejero de barrio, perfecto sigue así y gracias por tu ejemplo y tu humildad de corazón”.
Entonces siempre visitamos a la hermana y compartimos todas las lecciones, sus hijas son miembros de la iglesia en ese entonces mujeres jóvenes muy buena ellas sin perder siempre esa alegría que llevan las mujeres Romanas, ya con mi anterior compañero habíamos visitado a la mama y puesto algunas fechas pero ella aun no quería, entonces con mi compañero hicimos lo mismo teniendo la misma respuesta ya no era una sorpresa para mí, por más que mi compañero trato de explicarle la importancia de dicha ordenanza aun la hermana decía que no estaba preparada, entonces ya de camino a nuestra casa y estando planificando mi compañero me dijo que seguiríamos enseñando a la hermana pero que ya no le diríamos para que se bautice ni pondríamos ninguna fecha que solo compartiríamos las lecciones con ella, quedamos así y seguimos planificando.
Al día siguiente llego el momento de compartir el evangelio con la hermana Tacanga en su modesto hogar donde el amor sobraba a montón, mientras mi compañero estaba enseñando uno de los mandamientos sentí poder invitar nuevamente a la hermana para que se bautice el sábado que viene, luego pensé que no sería una buena idea ya que con mi compañero habíamos planificado que no lo haríamos si no más adelante, no hice caso y seguimos con la lección, pero la impresión aún seguía algo me decía que tenía que decir aquello, que invite a la hermana, sentí un bonito sentimiento, cuando llego el momento de expresar mi testimonio dije: HERMANA DIOS DESEA QUE USTED ENTRE EN SU REDIL, ¿ESTA DISPUESTA A BAUTISARSE ESTE SABADO A LAS 4:00PM? La hermana respondió: SI ELDER, mi compañero me quedo mirando con unos brillos en los ojos dejo todo lo que tenía en mano y saco su agenda en la cual apunto la fecha del sábado, le expresamos nuestro testimonio le dimos nuestro amor y oramos mucho con ella, sentimos que el espíritu confirmaba lo que había dicho, sentí que era un siervo de Dios y que el mismo obraba por nosotros, que somos sus instrumentos, recordé que mientras mi compañero estaba enseñando yo estaba orando y pidiendo luz y sabiduría. La noticia alegro mucho a las hijas y a su sobrino de la hermana así como a sus demás familiares.
Llegando a casa mi compañero me felicito por lo que había dicho, me dijo que aquello viene de Dios y que siempre siga aquellas impresiones, ese gesto me gustó mucho de él es que siempre andaba resaltando mis habilidades dejando de lado mis defectos. Un buen compañero se enfoca más en las habilidades de otras personas ya que aquellas ayudan a mejorar las debilidades, y asi nos fuimos conociendo aún más y a querernos como personas, claro también tuvimos algunos desafíos como no estar de acuerdo con lo que el otro opinaba pero todo ayudo en nuestro progreso como misioneros, seguimos visitando a la hermana Tacanga nos encariñamos mucho con aquella familia.
Luego encontramos una hermana de unos 20 años una joven muy buena de la rama de Roma, con ellas compartimos las lecciones y estaba muy entusiasmada en poder unirse a la iglesia, siempre tenía preguntas para nosotros y leía lo que le dejábamos, hasta el momento  todo andaba perfecto hasta incluso con mi compañero ya habíamos planificado una fecha para su bautismo, pero más adelante nos dimos con una terrible noticia que por mucho tiempo me dejo pensando en cómo trabaja el enemigo para destruir a las familias y que aquellas siempre sean miserables como él es.
Llegando un día a casa de nuestra querida hermana nos dimos con la sorpresa que no podría bautizarse si no hasta después de arreglar algunos asuntos que demorarían mucho tiempo, más que aquello dependería mucho de ella, nos sentamos frente a frente también estaba su pareja, ella nos dijo: NO PUEDO BAUTISARME POR CULPA DE EL,  y señalo a su pareja, siguió diciendo: por culpa de el no puedo unirme a la iglesia yo si quiero pero todo es culpa de él, anteriormente el a sido presidente de Rama de Roma vivía con su esposa e hijo era un buen hombre, yo tenía unos 16 años y no era miembro de la iglesia pero lo conocía a el por qué vivíamos cerca en la misma zona, entonces el estuvo conmigo dejando a su esposa ambos se separaron y ella se fue a vivir a Chile para que de alguna manera pudiera olvidar a su esposo, ellos se sellaron pero el fallo y lo excomulgaron de la iglesia, ahora jamás podre unirme a ella mucho menos sellarme.
Con mi compañero nos quedamos paralizados no sabíamos que hacer ambos estuvimos muy triste por lo que había pasado, el hermano estaba con lágrimas en los ojos, ya todo estaba hecho no había vuelta atrás el error se presentaba y las consecuencias retrasaba el progreso de los hijos de Dios, no sabíamos que hacer, el silencio fue una eternidad para reflexionar me sentí muy triste por lo sucedido pensé en por que tienen que pasar estas cosas porque no podemos ser más fuertes que las tentaciones, no sabía que decir solo me quedaba observar como las lágrimas caían por las mejillas de aquella hermana.
Recuerdo haber dicho de una manera enérgica que todo tiene su consecuencia en esta vida que lo que sembramos cegamos, que su conviviente tiene muchas cosas que mejorar y de las cuales arrepentirse, que ustedes han actuado de una manera miserable.
Les invitamos arrepentirse.
Él nos comentó que en varias oportunidades había pedido una reunión con los líderes para que vean su caso pero que aún estaba en proceso, tuvimos que despedirnos ya era hora de estar en nuestra pensionista Julia, les prometimos que oraríamos mucho por ellos y de alguna manera los ayudaríamos pero que aquello depende mucho de ellos y no de nosotros.
Aquella noche estando en mi cama pensé mucho en aquella historia, en aquellas personas, que el una vez fue un excelente líder y como es que cayo estando tan alto, pensé que las cosas que suceden en nuestras vidas dependen mucho de nuestra obediencia a los mandamientos de Dios y él no lo fue, eran buenas personas pero aquello no basta para regresar a la presencia de Dios, me dio mucha pena saber que aquello existía.
Más adelante conocimos a su hijo que también lo bautizamos un excelente joven de unos 14 años, él siempre tenía un mono en la sala de su casa, cada vez que entrabamos aquel animal solía molestarnos jalándonos los cabellos, aprendí tanto en mi primer área, aprendí mucho de mi compañero en las respuestas que tenía ante aquellos temas, teníamos el espíritu y Dios era el que hablaba por medio de nosotros aprendí a escuchar su voz y reconocer su presencia en cada una de nuestras enseñanzas que teníamos en todo el día.
Ahora recuerdo mis experiencias y me asombro de las respuestas que siempre teníamos para cada investigador, sin ser sellados sabíamos que se debería de hacer, aprendí bastante.
Luego tuvimos otro bautismo el hermano Oscar un joven de unos 25 años residente de Ascope un pueblito a unos 20 minutos de Casa Grande.
Recuerdo haber escuchado a  mi compañero decirme: “Elder usted enseñe a la hermana así como usted lo hace con autoridad y ella se bautizarse” ambos reconocíamos nuestros talentos.
El recorrer los montes y los valles de nuestra área era maravilloso hablar con aquella gente humilde de corazón gente no materialista, gente de Dios, los jóvenes de la iglesia muy buenos siempre están dispuestos hacer obedientes a los mandamientos de Dios.
Entonces llego el día en que tenía que ir a otro barrio, mi compañero se puso muy triste, recién comprendí que realmente él me amaba, estando en el carro con la grimas en los ojos me dijo: “Compañero pensé en servir más tiempo a su lado, quiero decirle que usted es un excelente maestro le voy a extrañar bastante” no pude mirarle a los ojos pero por medio de la luna observe que tenía los ojos llenos de lágrimas igual que los míos, sentí el amor que me tenía supe que siempre el amor estaba en medio de ambos, que tener un compañero es un privilegio, trabajar al lado de un representante personal de nuestro salvador Jesucristo, me siento muy orgulloso de haber podido trabajar a su lado.
Y ambos nos despedimos y tuve que ir con mi nuevo compañero Elder Nehiring.
Gracias por todo mi querido compañero Elder Reyes estés donde estés te deseo lo mejor buen hombre cuídate mucho y espero que hayas engordado, hasta donde se es que resides en Piura si no me equivoco es tu tierra natal, espero vernos pronto y darnos un fuerte abrazo,  aún vivo por las leyes que nos regían la vida en la Misión.
Abrazos…

jueves, 16 de febrero de 2012

Primeros dias

Cada vez que me preguntan de la misión sé que muchas veces caigo espeso y otras no, es que no hay quien me detenga, me imagino pobre de las personas que pasan la mayoría del tiempo a mi lado y solo creo que son dos personas en las cuales confió mucho y contaría cosas que verdaderamente tienen importancia en mi pequeña vida; gracias a todas las personas que de alguna manera tienen y tuvieron la paciencia de escuchar las historias de un retornado que aun sigue viviendo gracias a las bendiciones de aquella misión.
También gracias a las personas que leen mi blogs.
Estaba recordando el día de hoy mi primer día en la misión, la verdad fue bastante traumático.
Me encontraba esperando a mi nuevo compañero ya me habían dicho que se llamaba Elder Tacker, pensé sería un latino pero sabiendo que era un norteamericano pensé en poder aprender nuevas costumbres y nuevo idioma, estaba bastante nervioso quería ya verlo y poder conversar tantas cosas y más que todo compartir el evangelio, en eso mientras seguía meditando y pensando en mi nueva vida de misionero, en eso, en aquel justo instante, antes de pestañear y cogerme la cabeza llego mi nuevo compañero, lo vi serio sin muchos ánimos de reír, era gringo más pequeño que yo y sin mucho entusiasmo, nos saludamos me dijo que el es mi nuevo compañero, empecé a despedirme de mis compañeros del CCM, en eso me dijo que ya no hay tiempo y tenemos que irnos.
El viaje duro dos horas de Trujillo a Casa Grande, en todo el transcurso del viaje pensé mucho en mi familia, por un momento pensé que la misión no estaba hecha para mí y yo tampoco para ella, pensé mucho en mis amigos del CCM, en todos los misioneros, ahora todo era diferente, estaría en un lugar donde no conocería a nadie, ni vecino alguno; sentí que algunas lágrimas caían por mis mejillas, trate de que mi compañero no se diera cuenta de lo que estaba sucediendo, mire a la ventana, en eso mi compañero se dio cuenta y me pregunto porque estaba triste, solo dije que extrañaba a mi familia, pero la verdad es que estaba más triste porque no me acostumbraba al ambiente en el que estaba, pensé en que la Misión sería diferente.
Llegando al cuarto mi compañero me enseño el área y a nuestra pensionista, pude ver en el rostro de cada hermano que recién conocía la felicidad que trae el vivir el evangelio de nuestro Señor, sentí el espíritu Santo y que mi Padre Celestial me daba la bienvenida, pude saber que estaba en aquel lugar para cumplir una Misión importante, que todo tenía un propósito, no sé si les habrá pasado esto a usted, si es retornado sabrá que es así, todo el mundo pregunta: ¿Elder cómo se llama? Elder de donde es usted? ¿Elder cuánto tiempo tiene en la Misión?
Lo que más me llamo la atención fue la capilla, era primera vez que veía una como ella, era una casa en medio de un bosque, jamás olvide aquella capilla, el espíritu que se sentía era extraordinario, esa misma noche hubo una mutual que todos los viernes la organizaban en la rama, llegamos y todos los hermanos estaban jugando en una meza, sentía algo muy especial en cada uno de ellos todos me saludaban muchos me abrasaban y con sonrisas en los ojos me hacían sentir su amor que tenían, aquello bastaba para olvidarme de mí mismo e involucrarme en la obra en la cual estaba embarcado.
Aquella noche conocí a la mayoría de los miembros, también a nuestro presidente de rama, el era el dueño donde vivíamos nosotros, teníamos un cuarto alquilado, creo que una de mis pruebas paso el día siguiente por la mañana, nos levantamos a las 6:30 am y mi compañero me dijo que primero se bañaría el y luego yo, cuando toco mi turno busque la llave de la ducha para hacerlo y no había, solo observe una taza y un bidón, me di cuenta que era agua guardada por el color del bidón, parecía estar hongiado; cojo la taza y me hecho el primer chorro de agua, cuando lo hice toda mi cabeza se adormeció y empezó a doler, el agua estaba completamente helada, se guardaba por toda una semana, igual me bañe.
 Ya sabía cada vez que tenía que entrar a la ducha que sería una de mis pruebas en la misión.
Así fue como fui conociendo a los miembros de la rama, tocamos muchas puertas y tuvimos muchos contactos.
Jamás olvidare mi primer área, aprendí muchas cosas que no cambiaría por nada en mi vida, todo lo que soy ahora es el producto de a ver podido servir en una misión y haberla terminado, estoy muy agradecido por todo ello, por haber conocido al iglesia  a los 18 años, en ningún lugar brise podido aprender lo mismo, toda mi vida se rigió por lo aprendido en la Misión, tuve un excelente compañero aprendí muchas cosas de él, la Misión me ayudo a desarrollar mis habilidades que luego me convertirían en un gran Hijo de Dios, en un Gran Profesional, en un Excelente Esposo y Padre.




sábado, 11 de febrero de 2012

Rinconada y Rasurin


Eran las tres de la tarde y las citas que teníamos nos fallaron o mejor dicho no estuvieron, nuestro querido barrio de “la rinconada” uno de los sitios más temidos de Trujillo la hermosa ciudad Primaveral, mi área era bonita por así decirlo no teníamos ningún problema al predicar en aquella área, teníamos dos barrios a nuestro cargo, el barrio rinconada y rasurin, cuando llegue mi primer compañero fue Elder Montero ya le faltaba un cambio para que regrese a casa, ósea, un mes y medio ya ustedes se imaginaran como habrán estado sus ánimos, un buen hombre, es de Lima casi por el instituto universitario, nos llevamos muy bien, hablamos de Lima, me conto sobre su novia que ya había encontrado alguien que suplante a mi querido amigo, no creo que hayamos sido los mejores compañeros ni buenos amigos, pero sí creo que dimos lo que podíamos en aquellos tiempos, tuvimos algunos mal entendidos entre nosotros, esos mal entendidos que siempre existen entre personas que viven juntos, no tuvimos bautismo pero si predicamos bastante.
Nuestra pensionista era una hermanita bastante anciana o mejor dicho bastante acabada, que la verdad no me gustaba para nada el trato de su esposo quien se veía que era más joven que ella, me imagino que la hermana habrá tenido unos 60 años, aunque cronológicamente me arriesgo a decir que unos 45, tenían un hijo que prefiero mantenerlo en el anonimato, fue un Misionero, pero por problemas de salud tuvo que regresar antes de terminar la Misión, si ustedes lo ven dirían que es un Héroe, un hombre muy especial. Siempre conversábamos con él, le gustaba mucho hablar de la misión y que le contemos como iban nuestros investigadores, la hermana muy buena un ángel (cuando estuve en otra área ya habrían pasado cerca de un año, los encontré a ellos dos y la hermana me saludo con mucha felicidad podría decir que vi lágrimas en sus ojos, dos ángeles).
También tenían otro hijo ya mayor me imagino de unos 27 años, el menor tendría unos 24, él estudiaba medicina en una universidad que no recuerdo el nombre y si así fuera tampoco la mencionaría, el también Misionero retornado oficialmente inactivo, por lo que veía no se llevaba muy bien con su padre, en fin era la familia en cuya casa pensionábamos.
La comida muy rica pero brise sido mejor si hubiera sido un poco más, aunque pensándolo bien pienso que soy muy comelón y para otros lo que la hermana serbia estaría muy bien, pero bueno.
Luego mi compañero tuvo que ir a casa  terminando su misión, la despedida fue para mí muy especial, no teníamos con él un buen compañerismo, sé que muchas veces caí en el error de no ser tan comprensivo y paciente haciendo que mi comportamiento sea un poco incómodo y desde aquí le pido mil disculpas, yo lo estimo bastante y aprendí mucho de él; entonces ya estando en el hotel donde el se quedaría con los otros misioneros que regresaban a casa, ya que su vuelo salía al día siguiente, llego el momento de despedirnos, le dije en lo que recuerdo: “gracias por todo Elder que le vaya muy bien, escríbame siempre” me quedo mirando y sabía que mis ojos se estaban llenando de lágrimas, antes de terminar le di un fuerte abrazo a lo que él me quedo mirando impresionado, yo sabía que lo quería y lo respetaba mucho, vi felicidad en su rostro y pudimos despedirnos siendo ambos felices me fui con buenos recuerdos de él, y todo lo que aprendí a su lado lo puse en práctica, me regalo sus pesas.
A veces es difícil ser perfecto ante la persona que más estimamos o amamos, muchas veces nos equivocamos más ante tales personas, pero tenemos que tener mucho cuidado, debemos de mostrar siempre nuestro amor y comprensión, no esperemos el último minuto para expresar lo que sentimos, tal vez sea demasiado tarde para hacerlo, hagámoslo. Nuestras imperfecciones y debilidades nunca nos convencieron que no nos amábamos. Un Abrazo Compañero.
Entonces estaba solo y me regrese con los líderes de zona, tuve que dormir con ellos hasta el día siguiente que vendría mi nuevo compañero, tuve que ir a recogerlo al centro de Trujillo hay estaba Elder Granados, bastante serio con un sombrero y vestido de negro, unas maletas bastantes pesadas y una mirada fría y penetrante.
Fue un excelente compañero, fuimos muy buenos amigos nos quedamos juntos cuatro meses y medio, tuvimos muchos bautismos, siempre le recuerdo sonriendo, sus bromas nunca faltaban en casa cita y lección que teníamos con nuestros investigadores, recuerdo en una oportunidad una hermana nos dijo: “Elderes ustedes tienen que moverse trabajar el doble nuestro barrio está cayendo” y mi compañero se movió como si estuviera bailando, no pare de reírme por lo menos unos veinte minutos, es que lo hizo con unos ánimos y una sonrisa en el rostro. Nos divertimos mucho enseñando, aprendimos bastante de nuestras fortalezas y debilidades, como olvidarte mi querido amigo, la despedida fue bastante triste, nos dimos un fuerte abrazo y nos dijimos hasta pronto, ya han pasado más de cuatro años y aún no nos hemos vuelto a ver, sé que ya está casado y vive en Huaraz, un abrazo amigote donde estés, cuídate mucho y gracias por todas las experiencia que pasamos juntos, de todas aprendimos mucho.
Como no recordar la experiencia que tuvimos cuando visitamos a la herma Iris, trabajaba como conserje en la iglesia, la visitamos un día veraniego, aunque en Trujillo todos los días son así, entramos a su casa y la hermana nos saludó con bastante alegría, nos sentamos y después de conversar unos minutos y averiguar si en su casa había alguien que le podamos enseñar, la hermana nos contó la experiencia que más adelante me hizo contarla en cada discurso que daba y con cada persona que trataba de compartir el evangelio.
Nos dijo que tenía su esposo, como ambos estuvieron fue una anécdota que ella jamás olvidara, misionera retornada, su esposo se bautizó ya pasado la edad misional, el trataba de cortejarla pero muchas veces ella fue directa diciéndole que jamás estaría con el que solo lo veía como un amigo y un hermano de la iglesia, en una oportunidad tocaron su puerta abrió y era el, le dijo dándole una flor: “algún día serás mi esposa”, pasaron unos meses y se casaron, podía ver el rostro de la hermana Iris como radiaba l hablar del hombre que tanto amaba, tuvieron cuatro hijos o cinco no recuerdo bien, dos de ellos estaban en la misión y uno aún se estaba preparando para hacerlo mismo.
Mi esposo se puso mal, no sabíamos lo que tenía, tuvimos que llevarlo a Lima, y le diagnosticaron que tenía cáncer, un cáncer terminal y que no tenía mucho tiempo de vida, yo me quede en Trujillo porque tenía que trabajar, en una oportunidad me llamo por teléfono y me dijo: “Amor me siento mal, pienso que ya me tengo que ir, no sé si verdaderamente existe otro mundo después que este, pero si existe el mundo de los espíritus y en todo lo que creemos le avisare desde donde este” le dije no hables así todo saldrá bien no pienses en esas cosas y así terminamos de conversar. Pasando un tiempo el regreso a Trujillo ya lo teníamos cuidando en casa, el medico había dicho que podría curarse pero teníamos que cuidarlo mucho y tomar todos sus medicamentos.
Después de unos meses estando en casa me fui a comprar a la tienda algo que había olvidado para la cocina, él ya estaba en sillas de ruedas no podía caminar, mientras estoy en la tienda sale mi hermana gritando: “Iris tu esposo se a puesto mal, tienes que venir”  corrí mi corazón palpitaba más a prisa de lo normal, mi cuerpo empezó a temblar y pensé en lo peor, llegue y lo encontré en el suelo arrodillado, tocia y veía que se iba desvaneciendo, me arrodille a su lado, lo abrase y sentí que era su ultimo día, estando ambos arrodillados y llorando, lo sujete fuerte e hice una oración: “Padre Celestial gracias por todos los bellos momentos que nos has hecho pasar, gracias por darme a este hombre que me amo con toda su alma, fue un Gran Esposo un Buen Padre y un excelente Hijo tuyo, si es tu voluntad llevártelo porque lo necesitas estamos dispuestos aceptarlo, en tus manos ponemos nuestras vidas, cuídalo mucho” antes de terminar la oración pude ver claramente como su espíritu salía de su cuerpo alce la mirada y vi a sus padres que habían fallecido dándole la bienvenida, también vi a mi madre que había fallecido años atrás, mi esposo estaba feliz todos vestidos de blanco, cuando termine de hacer la oración y dije amen, mi esposo estaba entre mis brazos había partido a su lugar de origen estaba en la presencia de Nuestro Padre Celestial”.


Elderes yo sé sin ninguna duda, se con toda la seguridad de mi alma y mi testimonio y aquella experiencia que pude pasar que el Mundo de los Espíritus Existe, que Dios vive y que tiene un propósito para nosotros, que estamos en al iglesia verdadera, sé que ustedes hacen un gran trabajo de preparar a las personas para que sean recibidos por nuestro Dios.
Escuchar a las hermana Iris fue algo que jamás olvidare, pero lo que hace que no olvide aquella experiencia es el espíritu que sentimos, Dios nos confirmó que todo lo que habíamos escuchado era verdad, que el plan de Salvación es para todos nosotros, y que él nos ama.  
Salimos de aquella casa con la visión de predicar a todas las personas que se nos cruzara en el camino, pensé caminar y volar por los aires el espíritu que sentimos fue espectacular, sé que Dios quería que aprendamos algo de aquella visita, fue como si el mismo nos susurrara: “Venid a mi todos los que estáis trabajos y cargaos y yo os hare descansar…. Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón” mi mente se abrió y pude ver y sentir cosas que nadie en este mundo ni alguna institución lo podría hacer, solo mi Dios y el tuyo.

Eran las tres de la tarde y las citas que teníamos nos fallaron o mejor dicho no estuvieron, nuestro querido barrio de “la rinconada” uno de los sitios más temidos de Trujillo la hermosa ciudad Primaveral…….


viernes, 10 de febrero de 2012

Sin saber por qué amar


Érase una primera vez….
Hoy el cielo esta nublado, es que mi amada se fue
Hoy las montañas están tristes desde el día en que partió
Hoy los montes gritan sin descansar
Sabiendo el por qué hay que andar
Hoy un amor murió
Y otro a de nacer, nacerá con felicidad y unión
Sin saber por qué amar
Sabrá que es una oposición el que se entrega de verdad.