Como olvidarme
de mi segundo Gran compañero mi estimado y querido Elder Reyes, mi hermano
estés donde estés saludos desde Lima la capital de nuestro Hermoso País, espero
no te incomodes al contar nuestras aventuritas como misioneros y nuestras
sombras en Casa Grande teniendo siempre presente a nuestra pensionista Julia.
Este homenaje es
tuyo…
Una
sonrisa presente
El
ánimo arriba
Las
manos limpias
El
corazón contrito
El
hombre de un buen espíritu
La despedida con
Elder Tacker fue muy doloroso y triste es que cuando son unos buenos compañeros
es difícil decir un hasta nunca, aprendí muchas cosas de él, si de él, mi
querido compañero.
Estando en la
estaca donde casi siempre suceden los cambios en el centro de Trujillo la
ciudad Primaveral aunque a veces el frio es tan fuerte que deseas salir con
fresada encima, un abrazo nos separó y unas lágrimas jamás derramadas a simple
vista se dijeron a dios; entonces ahora tendría que buscar a mi nuevo
compañero, solo sabía que era Elder Reyes no tenía referencias nada por el estilo solo que era latino y que
hablaba español, mientras estrecho algunos saludos y apretones de manos y como
siempre algunas palmoteadas en la espalda siento que alguien se para en mi
delante y con unos gritos escandalosos escucho: ¡Elder D´angelo! ¡yo soy su
nuevo compañero! Y me lanzo un abrasote de esos que así domas son raros sentir
y si viene de un hombre mucho más aún.
Luz
en tus ojos
Una
sonrisa por regalar
La
sinceridad de verdad
Mi
amigo hasta la eternidad,
Un
saludo me diste
La
alegría que busque
El
tiempo mejora
Y el
herranque el por que
Los
caminos aliviaste
Las
tinieblas en luz de sol cristal
Nuestros
pies en los montes donde suelen parar
Me quede
sorprendido nunca antes nadie me había saludado de aquella manera mucho menos
lo hizo mi primer compañero, sentí algo muy especial aquella tarde sentí que
siempre para la tristeza existe la alegría, que siempre hay una luz escondida
detrás de cada sombra solo tenemos el trabajo de descubrirla, aquella tarde ese
Elder me enseño muchas cosas, que una sonrisa destruye un alma acongojada que a
pesar de todos los problemas que tengamos siempre debemos de sonreír y expresar
nuestro amor por nuestros semejantes y especialmente con las personas que viven
con nosotros, él tenía mucha felicidad.
Sonreír y lo
salude ambos nos abrasamos fuertemente, hablamos mucho y hasta que teníamos que
retirarnos fue chistoso cuando me dijo o mejor dicho me dio la orden ya que fue
de una manera sarcástica: ¡Elder cargue mis maletas! A lo cual respondí: SI MI
COMPAÑERO, subimos al carro directo a CASA GRANDE, en el transcurso del viaje
conversamos en cuanto a nosotros ambos veníamos de Lima su estaca estaba a una
5 cuadras de mi casa y teníamos algunos amigos en común de Lima, hablamos en
cuanto a los conversos y las personas que tenían una fecha bautismal en que
podríamos ayudarlos y que desafíos están teniendo, también conversábamos con
otros misioneros que viajaban con nosotros, mi compañero tenía una manera de
dirigir me di cuenta en el carro que el quería decidir todo y claro lo podía
hacer porque es el compañero mayor, justo conmigo subió ya se imaginan como
habrá sido; ahora entiendo muchas cosas que es lo que el señor verdaderamente
quería que yo aprenda y como aquello influenciaría en mi vida en los años
siguientes y como retornado y líder, entiendo el porqué de todas las cosas,
pero sigamos con la historia.
Llegamos al
cuarto el dejo sus maletas y prefirió poder enseñar y luego arreglar sus cosas
me dijo que sería bueno o mejor dicho me dijo que lo lleve a conocer a los
miembros de la rama y algunos investigadores que ya tenían una fecha; había un
zapatero que siempre nos saludaba él trabajaba en la calle y cualquier persona
que pasara por aquel sitio no se salvaba de un saludo de aquel buen hombre,
también conoció a mi compañero, luego lo lleve donde la hermana que se
encargaba de nuestra ropa una excelente hermana muy buena ella, es que
olvidarse de la gente de Casa Grande es imposible, y así nos pasamos los
primeros días haciendo que mi compañero conociera a los miembros de la
pequeñita pero animosa Rama.
Aprendí mucho de
su manera que el tenia de enseñar, me gustaba siempre dar mi testimonio, orar
por las noches y pedirle a nuestro Padre que nos ayudara para poder encontrar a
las personas escogidas, recuerdo muchas veces arrodillarnos y humillarnos ante
él, tuvimos dos bautismos.
La hermana
Tacanga, toda su familia es miembro de la iglesia podríamos decir pioneros en
aquel lugar, ellos vivían en Roma a unos quince minutos de Casa Grande en
carro, su sobrino era nuestro líder misional un excelente hombre, nos
acompañaba casi todos los días unas cinco a más horas, él se preparaba para
salir a una misión tuvimos mucho éxito él siempre nos presentaba a sus amigos y
personas que eran investigadores antiguos, nunca tuvo vergüenza en compartir el
evangelio con sus vecinos, un saludo amigazo estés donde estés, “me han contado
que ya regresaste de la misión y que te casaste ahora estas como consejero de
barrio, perfecto sigue así y gracias por tu ejemplo y tu humildad de corazón”.
Entonces siempre
visitamos a la hermana y compartimos todas las lecciones, sus hijas son
miembros de la iglesia en ese entonces mujeres jóvenes muy buena ellas sin
perder siempre esa alegría que llevan las mujeres Romanas, ya con mi anterior
compañero habíamos visitado a la mama y puesto algunas fechas pero ella aun no
quería, entonces con mi compañero hicimos lo mismo teniendo la misma respuesta
ya no era una sorpresa para mí, por más que mi compañero trato de explicarle la
importancia de dicha ordenanza aun la hermana decía que no estaba preparada,
entonces ya de camino a nuestra casa y estando planificando mi compañero me
dijo que seguiríamos enseñando a la hermana pero que ya no le diríamos para que
se bautice ni pondríamos ninguna fecha que solo compartiríamos las lecciones
con ella, quedamos así y seguimos planificando.
Al día siguiente
llego el momento de compartir el evangelio con la hermana Tacanga en su modesto
hogar donde el amor sobraba a montón, mientras mi compañero estaba enseñando
uno de los mandamientos sentí poder invitar nuevamente a la hermana para que se
bautice el sábado que viene, luego pensé que no sería una buena idea ya que con
mi compañero habíamos planificado que no lo haríamos si no más adelante, no
hice caso y seguimos con la lección, pero la impresión aún seguía algo me decía
que tenía que decir aquello, que invite a la hermana, sentí un bonito
sentimiento, cuando llego el momento de expresar mi testimonio dije: HERMANA
DIOS DESEA QUE USTED ENTRE EN SU REDIL, ¿ESTA DISPUESTA A BAUTISARSE ESTE
SABADO A LAS 4:00PM? La hermana respondió: SI ELDER, mi compañero me quedo
mirando con unos brillos en los ojos dejo todo lo que tenía en mano y saco su
agenda en la cual apunto la fecha del sábado, le expresamos nuestro testimonio
le dimos nuestro amor y oramos mucho con ella, sentimos que el espíritu confirmaba
lo que había dicho, sentí que era un siervo de Dios y que el mismo obraba por
nosotros, que somos sus instrumentos, recordé que mientras mi compañero estaba
enseñando yo estaba orando y pidiendo luz y sabiduría. La noticia alegro mucho
a las hijas y a su sobrino de la hermana así como a sus demás familiares.
Llegando a casa
mi compañero me felicito por lo que había dicho, me dijo que aquello viene de
Dios y que siempre siga aquellas impresiones, ese gesto me gustó mucho de él es
que siempre andaba resaltando mis habilidades dejando de lado mis defectos. Un
buen compañero se enfoca más en las habilidades de otras personas ya que
aquellas ayudan a mejorar las debilidades, y asi nos fuimos conociendo aún más
y a querernos como personas, claro también tuvimos algunos desafíos como no
estar de acuerdo con lo que el otro opinaba pero todo ayudo en nuestro progreso
como misioneros, seguimos visitando a la hermana Tacanga nos encariñamos mucho
con aquella familia.
Luego
encontramos una hermana de unos 20 años una joven muy buena de la rama de Roma,
con ellas compartimos las lecciones y estaba muy entusiasmada en poder unirse a
la iglesia, siempre tenía preguntas para nosotros y leía lo que le dejábamos,
hasta el momento todo andaba perfecto
hasta incluso con mi compañero ya habíamos planificado una fecha para su
bautismo, pero más adelante nos dimos con una terrible noticia que por mucho
tiempo me dejo pensando en cómo trabaja el enemigo para destruir a las familias
y que aquellas siempre sean miserables como él es.
Llegando un día
a casa de nuestra querida hermana nos dimos con la sorpresa que no podría
bautizarse si no hasta después de arreglar algunos asuntos que demorarían mucho
tiempo, más que aquello dependería mucho de ella, nos sentamos frente a frente
también estaba su pareja, ella nos dijo: NO PUEDO BAUTISARME POR CULPA DE
EL, y señalo a su pareja, siguió
diciendo: por culpa de el no puedo unirme a la iglesia yo si quiero pero todo
es culpa de él, anteriormente el a sido presidente de Rama de Roma vivía con su
esposa e hijo era un buen hombre, yo tenía unos 16 años y no era miembro de la
iglesia pero lo conocía a el por qué vivíamos cerca en la misma zona, entonces
el estuvo conmigo dejando a su esposa ambos se separaron y ella se fue a vivir
a Chile para que de alguna manera pudiera olvidar a su esposo, ellos se
sellaron pero el fallo y lo excomulgaron de la iglesia, ahora jamás podre
unirme a ella mucho menos sellarme.
Con mi compañero
nos quedamos paralizados no sabíamos que hacer ambos estuvimos muy triste por
lo que había pasado, el hermano estaba con lágrimas en los ojos, ya todo estaba
hecho no había vuelta atrás el error se presentaba y las consecuencias
retrasaba el progreso de los hijos de Dios, no sabíamos que hacer, el silencio
fue una eternidad para reflexionar me sentí muy triste por lo sucedido pensé en
por que tienen que pasar estas cosas porque no podemos ser más fuertes que las
tentaciones, no sabía que decir solo me quedaba observar como las lágrimas
caían por las mejillas de aquella hermana.
Recuerdo haber
dicho de una manera enérgica que todo tiene su consecuencia en esta vida que lo
que sembramos cegamos, que su conviviente tiene muchas cosas que mejorar y de
las cuales arrepentirse, que ustedes han actuado de una manera miserable.
Les invitamos
arrepentirse.
Él nos comentó
que en varias oportunidades había pedido una reunión con los líderes para que
vean su caso pero que aún estaba en proceso, tuvimos que despedirnos ya era
hora de estar en nuestra pensionista Julia, les prometimos que oraríamos mucho
por ellos y de alguna manera los ayudaríamos pero que aquello depende mucho de
ellos y no de nosotros.
Aquella noche
estando en mi cama pensé mucho en aquella historia, en aquellas personas, que
el una vez fue un excelente líder y como es que cayo estando tan alto, pensé
que las cosas que suceden en nuestras vidas dependen mucho de nuestra
obediencia a los mandamientos de Dios y él no lo fue, eran buenas personas pero
aquello no basta para regresar a la presencia de Dios, me dio mucha pena saber
que aquello existía.
Más adelante
conocimos a su hijo que también lo bautizamos un excelente joven de unos 14
años, él siempre tenía un mono en la sala de su casa, cada vez que entrabamos
aquel animal solía molestarnos jalándonos los cabellos, aprendí tanto en mi
primer área, aprendí mucho de mi compañero en las respuestas que tenía ante
aquellos temas, teníamos el espíritu y Dios era el que hablaba por medio de
nosotros aprendí a escuchar su voz y reconocer su presencia en cada una de
nuestras enseñanzas que teníamos en todo el día.
Ahora recuerdo
mis experiencias y me asombro de las respuestas que siempre teníamos para cada
investigador, sin ser sellados sabíamos que se debería de hacer, aprendí
bastante.
Luego tuvimos
otro bautismo el hermano Oscar un joven de unos 25 años residente de Ascope un
pueblito a unos 20 minutos de Casa Grande.
Recuerdo haber
escuchado a mi compañero decirme: “Elder
usted enseñe a la hermana así como usted lo hace con autoridad y ella se
bautizarse” ambos reconocíamos nuestros talentos.
El recorrer los
montes y los valles de nuestra área era maravilloso hablar con aquella gente
humilde de corazón gente no materialista, gente de Dios, los jóvenes de la
iglesia muy buenos siempre están dispuestos hacer obedientes a los mandamientos
de Dios.
Entonces llego
el día en que tenía que ir a otro barrio, mi compañero se puso muy triste,
recién comprendí que realmente él me amaba, estando en el carro con la grimas
en los ojos me dijo: “Compañero pensé en servir más tiempo a su lado, quiero decirle
que usted es un excelente maestro le voy a extrañar bastante” no pude mirarle a
los ojos pero por medio de la luna observe que tenía los ojos llenos de
lágrimas igual que los míos, sentí el amor que me tenía supe que siempre el
amor estaba en medio de ambos, que tener un compañero es un privilegio,
trabajar al lado de un representante personal de nuestro salvador Jesucristo,
me siento muy orgulloso de haber podido trabajar a su lado.
Y ambos nos
despedimos y tuve que ir con mi nuevo compañero Elder Nehiring.
Gracias por todo
mi querido compañero Elder Reyes estés donde estés te deseo lo mejor buen
hombre cuídate mucho y espero que hayas engordado, hasta donde se es que
resides en Piura si no me equivoco es tu tierra natal, espero vernos pronto y
darnos un fuerte abrazo, aún vivo por las leyes que nos regían la vida en la Misión.
Abrazos…